Caminar por las playas de Celestún en Yucatán es como ser transportado a otro mundo. El sonido de las olas del Golfo de México rompiendo suavemente contra la costa y la brisa cálida hacen que cada momento aquí sea una delicia para los sentidos. No hay mejor lugar para relajarse bajo una palapa con un refresco, viendo cómo el sol baña el paisaje con su luz dorada. La arena blanca y el mar esmeralda crean un contraste perfecto, invitando a sumergirse y olvidarse de todo.
Una de las experiencias más memorables de estar en Celestún es sin duda el paseo en lancha por la Ría Celestún. Es aquí donde se puede observar a miles de flamencos rosados en su hábitat natural, un espectáculo que parece salido de un sueño. Además, el manglar es hogar de una diversidad increíble de aves y vida marina. Navegar por estos canales de agua serena, rodeado de la exuberante vegetación, es una experiencia que conecta al visitante con la naturaleza de una manera única y profunda.